Cannabis: origen, usos, tipos, efectos y riesgos

Contexto: 

La relación de la humanidad con el Cannabis es milenaria, existiendo evidencia de haber sido cultivada a partir del Neolítico (7000 a.C.-3000 a.C.). Nació posiblemente en Asia Central, de donde se difundió hasta China (aparece en tratados médicos chinos del siglo I) y la región indoeuropea (es mencionada en los Veda, libros sagrados de la India).

Hay registros de que fue utilizado también por los pueblos egipcios, asirios, escitas, griegos o cartagineses, así como en el imperio romano. Ya en la segunda mitad del siglo XVI, llega a las Américas por medio del tráfico de personas esclavizadas hacia el noreste de Brasil, y por la colonización española a las islas del caribe. Y es así como la encontramos en todo el mundo. 

Como vemos, la relación de la planta con el ser humano es profunda y muy antigua. El Cannabis ha tenido a lo largo del tiempo fines instrumentales (fibras para vestimenta, para sogas, papel), alimenticios, ceremoniales – festivos y medicinales. Así también, hubo épocas históricas y lugares en los que fue considerada sagrada y se usaba en ceremonias rituales, y otros espacios y tiempos en los que fue perseguida, banalizada y excluida.

En la actualidad estamos en un punto medio:  en la mayor parte de estados del mundo es considerada ilegal y es perseguida, lo cual ha provocado que se generen circuitos de narcotráfico. Sin embargo, es ampliamente utilizada, sobre todo en espacios contestatarios a la sociedad dominante. Por otro lado, sus usos en el terreno de la medicina ya son de amplio conocimiento, así que poco a poco está ganando lugar en los ámbitos científicos, y el prejuicio social en su contra ha disminuido.

Históricamente esta sustancia también ha sido relacionada con espacios artísticos por la posibilidad que brinda de ampliar la creatividad, y también en espacios alternos al sistema, porque relaja y ralentiza la actividad, reacciones que no benefician al modelo de producción capitalista. 

¿Qué más sabemos sobre el Cannabis?

Las Cannabaceae son una familia amplia de plantas que incluye dos especies psicoactivas: Cannabis Sativa y Cannabis Índica. En la actualidad las técnicas de cultivo permiten su producción en cualquier lugar del mundo y se ha ampliado muchísimo la diversidad de variedades. Actualmente se están estudiando los múltiples compuestos de la planta por sus propiedades farmacológicas y posibles aplicaciones terapéuticas.

Los productos derivados del cannabis:

• Hachís: es una resina separada de las fibras vegetales. Dado que en su manufacturación hay un proceso químico, encontramos más posibilidades de que se puedan añadir otros productos con aspecto de resina con el fin de aumentar el volumen y obtener más ganancia.
• Marihuana: es la planta propiamente, cogollos o floraciones de las plantas hembras.
• Extractos concentrados: en el ámbito del uso medicinal, también se utilizan cremas y aceites o tinturas, para aplicar de manera tópica y/o para productos comestibles.

Consumo 

Cuando se fuma, los efectos comienzan a los pocos segundos y se mantienen durante las 3-4 horas siguientes, aunque en personas que han desarrollado tolerancia la duración de los efectos puede ser menor. La combustión supone perder el 20-50% del producto, así como la aparición de sustancias tóxicas. Los vaporizadores son dispositivos que permiten la administración a través de los pulmones evitando los riesgos de fumar (propios de la combustión).

Podemos encontrar el cánnabis como ingrediente en diferentes preparaciones, como galletas, bizcochos, aceites y mantequillas Cuando se come, los efectos tardan en aparecer entre 30 y 50 minutos; los efectos son más intensos y pueden prolongarse durante muchas horas. La absorción por vía oral es mucho más lenta, potente y más difícil de predecir o controlar. 

Efectos buscados:

• Los componentes más importantes de la planta, desde el punto de vista psicoactivo, son el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).
• El THC está relacionado con el efecto recreativo y provoca relajación, placidez, bienestar, potenciación de los sentidos, aumento de la creatividad.
• En cuanto al CBD, El Observatorio Español de Cannabis Medicinal expone que este componente posee efectos anti-inflamatorios y anticonvulsivos, además de impedir algunos efectos psicoactivos no deseados del THC como la psicosis, la ansiedad o la descoordinación.

Efectos no buscados, aunque pueden ser parte de la experiencia

• Mientras dura el efecto es común el enrojecimiento de los ojos, aumento del ritmo cardíaco, reducción en la capacidad de concentración, aceleración del pensamiento, disminución de la memoria, lentitud de movimientos.
• Cuando se ha fumado en exceso y/o se ha mezclado sustancias se puede producir el blancazo o la pálida. Es un descenso brusco en la presión que impide que llegue suficiente sangre al cerebro. En consecuencia, aparece palidez, sudor, y se puede sentir mareo, lo que a nivel emocional genera desesperación y agobio. Se recomienda tumbar a la persona y levantar ligeramente las piernas para que la sangre pueda fluir hacia el cerebro. También puede aparecer sequedad de boca.
• Cuando se consume cannabis por vía oral (preparados cocinados con marihuana o hachís, aceite o preparados farmacéuticos) aumenta la duración total de los efectos y también los riesgos de sobredosificación e intoxicación. Los efectos adversos pueden durar más y ser más intensos.
• Al ser consumido mediante combustión, y en muchos casos mezclado con tabaco puede generar tos, sensación de ahogo, mucosidad, ronquera o irritación de la faringe. Muchas veces se fuma sin un filtro adecuado (las “moras” o las boquillas de cartón no filtran, tan solo sirven para sujetar el papel y dejar pasar el humo). El consumo prolongado en el tiempo podría aumentar el riesgo de bronquitis crónica y ser un factor de riesgo para el cáncer de pulmón.
• En consumidores frecuentes que dejan de consumir, existe Hay la posibilidad de presentar síntomas de abstinencia: ansiedad, dolor de cabeza, dificultades para dormir y pérdida de apetito.
• El consumo continuado produce tolerancia (cada vez se necesita mayor dosis para alcanzar los efectos que antes se conseguían con una dosis menor). La tolerancia desaparece rápidamente una vez se deja o se disminuye el consumo.
• El consumo de cannabis en personas con predisposición a los trastornos psicóticos podría desencadenar la aparición de este tipo de enfermedades mentales o activar pánicos y paranoias. 
• La dependencia al cannabis es un asunto controvertido. es importante que la persona reflexione sobre si hace el consumo que verdaderamente quiere hacer y si éste le permite llevar la vida que quiere llevar.
• Ya que muchos cultivos son clandestinos, existe la posibilidad de que la planta contenga metales pesados, microorganismos patógenos (bacterias y hongos), pesticidas u otros componentes que puedan resultar perjudiciales para la salud.

¿Mezclarlo con otras drogas?

• Con el alcohol, aumenta la posibilidad de sufrir desvanecimientos o pérdida del conocimiento debido a una disminución del flujo sanguíneo del cerebro. También puede provocar náuseas y vómitos.
• Con estimulantes como anfetaminas/speed o MDMA (éxtasis) los efectos se contrarrestan, lo que puede invitar a aumentar el consumo de ambos con el aumento de los riesgos derivados de cada una de las sustancias.
• Con psicodélicas se potencian los efectos pudiendo llevarnos a una experiencia demasiado intensa que podría resultar desagradable.

Recomendaciones

• Para evitar bajadas de tensión, mareos y vómitos reduce la cantidad, no consumas con el estómago vacío, no mezcles con alcohol y ten en cuenta que, a mayor tolerancia, mayor cantidad necesitas para alcanzar los efectos deseados.
• Infórmate sobre la composición del Cannabis que consumes. 
• Decide cuándo fumar: algunas actividades pueden resultar peligrosas bajo los efectos del Cannabis. Si trabajas, estudias y tienes compromisos evita el consumo antes o durante.
• Decide conscientemente sobre la cantidad a consumir, el consumo frecuente ocasiona que el cuerpo sea menos sensible a los efectos, por lo que es preferible espaciar tus consumos.
• Si lo vas a consumir preparado en comida, ten en cuenta que puede ser más intenso el efecto y puede tardar más tiempo en subir, hay que saber esperar y no redosificarse: ¡No queremos un mal viaje!
• La combustión tiene un efecto negativo en los pulmones, por ello se recomienda usar un filtro adecuado o un vaporizador. Evita retener el humo mucho tiempo en los pulmones, esto no aumenta los efectos, pero perjudica al sistema respiratorio. 
• Recuerda que fumar porros por la calle o tenerlos en los bolsillos, en mochilas o bolsos está penalizado por la ley, podrías recibir una multa. 

1. Cannabis: la historia de la hipocresía humana, publicado en ‘La revolución de la marihuana’, número 23 de la revista de eldiario.es. Consultado el 18-12-2022, disponible en Internet, https://www.eldiario.es/sociedad/cannabis-historia-hipocresia-humana_1_1481930.html#:~:text=El%20cannabis%20es%20originario%20de,occidental%20en%20un%20periodo%20posterior. 
2. Observatorio Español de Cannabis Medicinal. Consultado 20-12-2022, disponible en internet; https://www.oedcm.com/recomendaciones
3. Cannabis, sustancias principales, Consultado el 19-12-2022, disponible en Internet https://energycontrol.org/sustancias/cannabis/

Más información sobre consumos de cánnabis y otras drogas en España: 

Energy Control. Observatorio de consumos, riesgos y cuidados, disponible en internet: https://energycontrol.org/wp-content/uploads/2023/01/OEC2022_INFORME_DEF.pdf

Reducción de riesgos en el consumo de cánnabis:

https://rdrcannabis.cat/